“Hoy no he pegado ojo”: frase que hemos oído con frecuencia a lo largo de nuestra vida y que también hemos pronunciado nosotros mismos.
Cuando vamos a la cama con intención de cerrar los ojos y dormir, al no conseguirlo creamos un incómodo malestar. Reflexionamos y formulamos unas preguntas:
¿Qué he hecho durante el día? ¿Qué he comido? ¿Qué preocupación me tiene despierto? ¿Por qué tardo tanto en dormirme?
Tomamos las pastillas (en mi caso el orfidal), nos acostamos del lado derecho: no resulta. Damos media vuelta: tampoco funciona. Mirando al techo: ¡imposible!
Comenzamos a contar desde el nº 100 hacia abajo, llegamos al 50 y nos cansamos: contar ovejitas no siempre resulta.
Pensamos que con ir al ordenador avanzaríamos en el intento: fracasamos; la vista se fatiga y tampoco conseguimos coger el sueño. Tenemos que resignarnos a pasar la noche en vela. Las horas pasan y el tiempo corre....¿Cuándo dormimos?¿Qué podemos hacer?
Se trata de buscar fórmulas sencillas para conseguir nuestro objetivo.
He aquí algunos remedios:
- Oír un CD con música ambiental, por ejemplo los sonidos de la naturaleza como los del bosque, el mar, el canto de los pájaros...
- Evitar comer cosas dulces antes de dormir. Esto eleva la glucemia y dificultará el sueño. Después, cuando la glucemia a mitad de la noche comience a bajar, puede llegar a una hipoglucemia y esto nos podría hacer despertar...
- Dormir en oscuridad completa.
- Dormir en un lugar silencioso. Si no es posible, puede que ayude usar unos tapones en los oídos.
Hemos de tener en cuenta que no todos los días son iguales y que cuando vienen problemas “extras”, ni aun consultando con la almohada (como muchas veces decimos) llegamos a conseguir nuestro propósito.
¡Felices sueños!
Cuando vamos a la cama con intención de cerrar los ojos y dormir, al no conseguirlo creamos un incómodo malestar. Reflexionamos y formulamos unas preguntas:
¿Qué he hecho durante el día? ¿Qué he comido? ¿Qué preocupación me tiene despierto? ¿Por qué tardo tanto en dormirme?
Tomamos las pastillas (en mi caso el orfidal), nos acostamos del lado derecho: no resulta. Damos media vuelta: tampoco funciona. Mirando al techo: ¡imposible!
Comenzamos a contar desde el nº 100 hacia abajo, llegamos al 50 y nos cansamos: contar ovejitas no siempre resulta.
Pensamos que con ir al ordenador avanzaríamos en el intento: fracasamos; la vista se fatiga y tampoco conseguimos coger el sueño. Tenemos que resignarnos a pasar la noche en vela. Las horas pasan y el tiempo corre....¿Cuándo dormimos?¿Qué podemos hacer?
Se trata de buscar fórmulas sencillas para conseguir nuestro objetivo.
He aquí algunos remedios:
- Oír un CD con música ambiental, por ejemplo los sonidos de la naturaleza como los del bosque, el mar, el canto de los pájaros...
- Evitar comer cosas dulces antes de dormir. Esto eleva la glucemia y dificultará el sueño. Después, cuando la glucemia a mitad de la noche comience a bajar, puede llegar a una hipoglucemia y esto nos podría hacer despertar...
- Dormir en oscuridad completa.
- Dormir en un lugar silencioso. Si no es posible, puede que ayude usar unos tapones en los oídos.
Hemos de tener en cuenta que no todos los días son iguales y que cuando vienen problemas “extras”, ni aun consultando con la almohada (como muchas veces decimos) llegamos a conseguir nuestro propósito.
¡Felices sueños!