miércoles, 22 de junio de 2011

CUANDO CALIENTA EL SOL...





... allí en la playa...



Cuando estamos en un lugar durante mucho tiempo y salimos de vacaciones, el cambio, por lo general, suele ser agradable. Puede resultar algo maravilloso por el contraste que existe entre uno y otro lugar. Si estás mucho tiempo viviendo en el interior y te desplazas a un lugar de playa, nos da la impresión de vivir en otro mundo, en otro planeta, en otra vida: el ver el mar, el sentir su olor, el acariciar la arena, el conocer otras personas y costumbres, caminar por el paseo... Aunque seamos prisioneros del tiempo experimentamos la sensación de que el tiempo va más lento; como si viviéramos más.
Un grupo de enfermos renales hemos disfrutado de unos días maravillosos en la Playa de San Juan (Alicante) gracias a la labor que viene desarrollando Alcer en estos últimos años. No era la temporada alta, por lo que pudimos sentirnos más cómodos porque no había demasiada gente. No obstante, el comercio "playero", funcionaba a pleno rendimento: se movían senegaleses y orientales dando masajes o vendiendo cosas como: relojes, mecheros, pulseras, anillos, abanicos, vestidos, CDS, sombreros, bolsos, gafas... En definitiva: todo un centro comercial ambulante.
Hablando con uno de los vendedores y haciéndole algunas preguntas me contó que el dinero que ganaba, lo enviaba para sus mujeres y sus hijos, que dentro de cinco años tendría otra mujer (la tercera) y quería llegar a tener 20 hijos. La cultura de su país es así: a más mujeres, mejor posición social.

La verdad es que he pasado unos días formidables, con muchas anédotas que contar, pero me quedaré con una:
Paseando por la arena apoyado en mi bastón, tropecé, no guardé el equilibrio y caí al suelo. Se me pusieron los ojos húmedos de pena e impotencia. Me acordé entonces de una canción de Peret: “Una lágrima cayó en la arena”... A mí no se me cayó una lágrima , pero me caí con todo el equipo. Afortunadamente, no hubo mayores consecuencias.

Ahora ya he regresado a la vida normal y mi estancia en San Juan forma ya, parte del recuerdo.

[Fotografía tomada desde mi habitación en el hotel "Almirante"]

sábado, 4 de junio de 2011

DÍAS DE ASUETO

El año pasado por estas fechas fui con mi mujer a Sanxenjo (Coruña) mediante Alcer (Asociación madrileña para la lucha contra las enfermedades renales). Este año han elegido la Playa de San Juan, en Alicante y nos hemos apuntado. Por esta razón, permaneceré apartado del blog dos semanas.
Mientras pueda gozaré del paisaje, del agua, de la arena, del sol.... Aunque, de éste último no demasiado: ¡me he comprado un sombrero de paja! Je, je, je!!


¡Nos leemos a la vuelta!