jueves, 21 de febrero de 2013

Hace más de un año

La vida es una incógnita: no nos damos cuenta de que el tiempo se nos escapa de la manos. Vuelvo nuevamente al blog, animado por mi mujer y mi hija. Según la opinión común, esta actividad ayuda a equilibrar la mente y a alejar el gran fantasma del alzheimer, que tanto asusta. Nada va más deprisa que los años, que son buenos para cumplirlos, pero no para tenerlos.
No me despedí en la última entrada, titulada "Las muletas”, pensando en un pequeño descanso, pero a medida que pasaba el tiempo, más difícil se me hacía el arranque. Hoy rompo este prolongado silencio y saboreo el placer de la comunicación, que entre los pocos dones que me ha dado la naturaleza, es uno de los que creo poseer. No sé con qué frecuencia publicaré, ni si pasaré frecuentemente a visitaros, todo irá sobre la marcha, pero me alegro de estar de nuevo por aquí.