jueves, 29 de enero de 2015

UNA FAMILIA DISTINTA

Desde hace unos meses me encuentro con otra familia diferente a la que ya tengo. Son aproximadamente 18 horas semanales dedicado a ella. Estoy rodeado de personas: pacientes, doctora, enfermeros/as, auxiliares, conductores de ambulancia... Ha entrado en mi cuerpo una enfermedad ya claramente detectada (insuficiencia renal). Estoy en hemodiálisis. Los que padecemos esta enfermedad sabemos lo que significa esta situación y que salpica notablemente a los familiares y amigos.
En el recinto predomina el silencio, la resignación, la paciencia, el sueño, el descanso. El ordenador portátil y el tablet son unos buenos recursos para esta circunstancia. De vez en cuando, algún forofo del Real Madrid y otro del Barça intercambian, de una forma jocosa, pareceres, fallos y aciertos, poniendo así una nota de humor y de alegría en el ambiente.
Los sanitarios desarrollan su trabajo con un trato delicado, con amor y entrega. Vigilan el estado general de salud, controlan el peso, la presión arterial, la temperatura corporal y te conectan a la máquina durante tres horas y media o cuatro.
El lamentarse de esta situación no conduce a ningún sitio: más bien entristece y nos mortifica. En cambio, aquel paciente que hace de su vida un juego, que se cuida y acepta lo que le ha tocado vivir, tiene un recorrido agradable y digno de mención. En realidad, el saber que estas sesiones, aunque “pesadas”, son una condición indispensable para vivir hace que las aceptes a pesar de todo.
“Hay que estar agradecidos con las personas que nos hacen felices. Son los encantadores jardineros que hacen florecer nuestras almas”

Marcel Proust
 
 

martes, 13 de enero de 2015

MANDALAS

Ha llegado a mis manos un cuadernillo que, a primera vista, da la impresión de que está dedicado a un público infantil. Me equivoqué. No solamente es para niños, sino para todos las personas, preferentemente para los mayores.
Cuando lo ves terminado te recuerda a las vidrieras que existen en algunas catedrales, llenas de colorines. El cuadernillo se titula “Mandalas para acompañar la sanación“.
Recurro a un párrafo de la autora, Claudette Jacques, por considerarlo de interés:
“Estos mandalas, se ofrecen a todos los que necesitan detenerse, hacer balance, reconciliarse con la vida.
No importa que el momento tenga que ver con la creatividad, una crisis, la incertidumbre, el sufrimiento, una enfermedad; colorear dentro del circulo desde el centro hacia la periferia proporciona una sensación de paz y seguridad.”
He realizado varios ejercicios con tranquilidad, sin prisas, y me he sentido como si saliese de este mundo. Otra dimensión. Un estado alentador y relajante.
Hay que proponerse un programa de ocupaciones al día e incluir estos ejercicios en el momento que uno crea oportuno. Es un entretenimiento que puede acompañar en la soledad y en los momentos de ocio o aburrimiento.
“Parte de la curación está en la voluntad de sanar”
(Séneca)