miércoles, 9 de octubre de 2013

LA COMUNICACIÓN ENTRE EL PERRO Y EL HOMBRE

Sabemos que entre el perro y el hombre existe una comunicación que distingue a este animal de los demás. 
En este mes de septiembre, mi nieto Anto cumplió ocho meses y ya gatea:  hay que ver lo que disfruta con su nuevo descubrimiento. Nuestro perrito, que ya es mayor (tiene 16 años), alguna vez se junta con mi nieto compitiendo con él en la carrera. Anto corre y el perrito se coloca a su lado, acompañándole y queriendo lamerle la cara. ¡Qué bonita comunicación!

 
Y no sólo Anto: un niño más mayor sale de la guardería guiado por su abuelo y al ver a mi perro pronuncia la palabra "Guau". El abuelo mira al chico y alegremente me saluda. Los cuatro nos estamos comunicando: el abuelo celebra este encuentro viendo cómo el nieto se inclina hacia mi perro con intención de acariciarlo.
En los Centros de Mayores se  puede conseguir que la vida sea más llevadera y más amena si existe un perro amigo que se comunique con todos los pacientes, porque esta circunstancia mejora el estado de ánimo y reduce el sentimiento de soledad. Esto ocurre también en asociaciones de discapacitados, donde la presencia de un animal mejora la convivencia, constituyendo para ellos una gran terapia.
Y, como ellos, hay muchos perros que nos prestan sus servicios:
- Los perros-guía, entrenados para mejorar la movilidad y la independencia de personas ciegas.
- Los perros-pastor, que demuestran su destreza escuchando las señales de su dueño   y conduciendo a las ovejas a un lugar determinado.
- El perro-policía, admirable por su trabajo en busca de personas perdidas, detección de narcóticos, alijos prohibidos, etc.
- El podenco, especializado en la caza.
- El perro-trineo, descendiente del lobo y que demuestra su tesón y fortaleza.
El perro es, en definitiva,  el mejor amigo del hombre y el que da un amor más incondicional.
Hemos oído más de una vez la conmovedora noticia de un perro que  camina cabizbajo, muy apenado en dirección a la tumba de su dueño y se postra ante ella en señal de despedida..., o tal vez esperando a  que salga de ese lugar para lamerle y disfrutar de su compañía. ¡Hermosa amistad!

“El perro posee belleza sin vanidad, fuerza sin insolencia, valentía sin ferocidad y todas las virtudes del hombre y ninguno de sus vicios” (Lord Byron)