lunes, 27 de mayo de 2013

TAPONES

Si vertimos una gota de agua, algo tan pequeño que apenas vemos, en nuestra mano y la tocamos con un dedo se difumina, desaparece. Pero si contemplamos nuestras fuentes, nuestros ríos, nuestros mares, nos daremos cuenta de que todos estos elementos están compuestos de millones y millones de gotitas de agua. Lo mismo podemos decir de los desiertos y de las playas que están formados por millones y millones de granitos de arena, que aisladamente apenas se perciben. ¡Lo más pequeño es lo más grande!
Hago esta similitud con los tapones de envases que desechamos todos los días y a los que no damos importancia. Si lo encontramos en nuestro camino, puede que tal vez le peguemos un puntapié, para quitárnoslo de en medio. Es una cosa pequeña, insignificante, que a simple vista pensamos que no va a ningún sitio. No nos damos cuenta del valor que encierran esas pequeñas cosas que la vida nos presenta. Una de estas cosas es la recogida de tapones, pues reuniendo miles y miles podemos hacer un bien social: curar a niños con enfermedades raras y de alto coste, conseguir una silla de ruedas para un inválido, etc...
 
La última vez que estuve en el hospital, observé que en el mostrador donde están las enfermeras había un recipiente donde los pacientes podían depositar los tapones de las botellas. Me gustó la idea y creo que podría extenderse a otros ámbitos.
Si miles y miles de personas solidarias y silenciosas se interesen por llevar a cabo esta idea, conseguiremos ayudar. Una tarea cotidiana y fácil de realizar. Tengamos siempre presente que, por lo fácil podemos llegar a lo difícil. 
“Nosotros sentimos que, lo que estamos haciendo es solo una gota en el océano, pero el océano no estaría tan lleno si no existiera esa gota” (M. Teresa de Calcuta)

martes, 14 de mayo de 2013

FUE EL PUEBLO

 
No fue una Asociación; no fue una entidad; no fue la parroquia. Fue iniciativa del PUEBLO, quien  decidió que al P. Zurita (Sacerdote Trinitario) se le levantara una escultura en la plaza de su barrio, para que su imagen quedara como recuerdo imborrable. La inauguración de la escultura de bronce, que ha sido sufragada por el pueblo así como el pedestal de granito, tuvo lugar la tarde del día 11 de mayo de 2013.
La Eucaristía previa fue presidida por el obispo de la diócesis, Mons. D. Joaquín Mª López de Andújar, y concelebraron con él todos los miembros de la Comunidad Trinitaria, y varios sacerdotes de la diócesis. Asistió al evento el Sr. Alcalde David Pérez con algunos miembros de la Junta Municipal de Gobierno
La Coral San Juan de Mata participó con varios motetes: igualmente la asamblea. En la iglesia repleta de fieles no cabía ni un alfiler. Fue muy emotivo cuando cantamos el Padrenuestro. Las paredes del recinto temblaron. Las voces de la comunidad pululaban por el aire, acaparando todos los huecos de la Iglesia como si un gran “botafumeiro” esparciera, no el incienso, sino muchos sentimientos juntos, que volaban todos en una sola dirección: hacia el P. Zurita.
La homilía pronunciada por el Sr. Obispo ponderó la vida ejemplar de nuestro querido párroco.
Terminada la Santa Misa tuvo lugar el descubrimiento de la escultura, situada en la plaza de la Constitución. Después de unas palabras del Sr. Obispo, éste y el Sr. Alcalde destaparon la escultura, al mismo tiempo que se oía la actuación de la Escuela de Música de Alcorcón y mientras se echaban a volar unas palomas blancas y unos globos también blancos, acompañados de los aplausos del público. Toda una aclamación sentimental y emotiva de un pueblo agradecido.
A continuación, siguieron unas palabras del Sr. Alcalde agradeciendo la presencia del pueblo y puntualizando que ninguna escultura del pueblo tenía tanta brillantez como esta del P. Zurita. Posteriormente hubo otras intervenciones entre las que cabe destacar la de Juan Manuel Alonso, mi sobrino, que se encargó de la comisión organizadora, así como la de un sobrino del P. Zurita que imitó algunos gestos comunes de su tío y que resultó gracioso por la coincidencia de su parecido.
Gracias Zurita, por tu amistad, por tus servicios, por tu sencillez, por tu entrega y por haber sido nuestro compañero.