No es la primera vez que cuento aquí alguna anécdota sobre percances de tráfico. No es que haya sido un loco al volante, pero reconozco que hubo unos años, cuando era joven, en los tuve algún que otro problemilla con el coche o con la moto. Hoy quiero contar uno de ellos.
Hacia los años 60, estando en Alba de Tormes (Salamanca) cogí el coche para dar una vuelta y hacer prácticas. Hacía más de un mes que me había sacado el carnet y tenía muchas ganas de conducir, algo normal en estos casos.
Hacia los años 60, estando en Alba de Tormes (Salamanca) cogí el coche para dar una vuelta y hacer prácticas. Hacía más de un mes que me había sacado el carnet y tenía muchas ganas de conducir, algo normal en estos casos.
Teníamos una furgoneta opel antigua. Salí después de comer y cogí la carretera en dirección a Galinduste. Estaba sin asfaltar. Por las proximidades de Éjeme vi una recta muy pronunciada y dije: ¡Esta es la mía!
Apreté el acelerador y como noté que se lanzaba mucho, frené bruscamente (mal hecho). En poco tiempo me vi envuelto en una nube de polvo y a mi alrededor, las cosas que llevaba en la guantera. ¡Una verdadera catástrofe! Tuvieron que ser por lo menos cinco o seis vueltas de campana. Gracias a Dios no hubo árboles por medio, ni coches que vinieran de frente.
Llegué al colegio por mi propio pie. Los compañeros, asustados, me preguntaban: "¿Cómo ha sucedido?" "¿Qué te ha pasado?".
Yo sólo dije: "¡Nada, ha sido falta de pericia!"
Se hizo de noche y me metí en la cama con el susto en el cuerpo. Me vino a la memoria el cántico latino: “En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu…..” y añadí para mi interior: ¡y mi pellejo! Dicho esto, me di media vuelta, me llevé la mano a la cabeza y ¡oh, sorpresa!: tropecé con un gran chichón, que ahí estaba, dando testimonio, “¡tan calladico!”.
Apreté el acelerador y como noté que se lanzaba mucho, frené bruscamente (mal hecho). En poco tiempo me vi envuelto en una nube de polvo y a mi alrededor, las cosas que llevaba en la guantera. ¡Una verdadera catástrofe! Tuvieron que ser por lo menos cinco o seis vueltas de campana. Gracias a Dios no hubo árboles por medio, ni coches que vinieran de frente.
Llegué al colegio por mi propio pie. Los compañeros, asustados, me preguntaban: "¿Cómo ha sucedido?" "¿Qué te ha pasado?".
Yo sólo dije: "¡Nada, ha sido falta de pericia!"
Se hizo de noche y me metí en la cama con el susto en el cuerpo. Me vino a la memoria el cántico latino: “En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu…..” y añadí para mi interior: ¡y mi pellejo! Dicho esto, me di media vuelta, me llevé la mano a la cabeza y ¡oh, sorpresa!: tropecé con un gran chichón, que ahí estaba, dando testimonio, “¡tan calladico!”.
8 comentarios:
vamos a ver Manrique!!!! tú eres un peligro en el coche!!!! madre mía!!! anda que no has tenido suerte ni ná...
Me encantan tus anécdotas, jolines me pongo a pensar y yo no tengo casi ninguna.... y estas nuevas generaciones todo el día con la nintendo... no tendrán nada que contar.
besotes
Manrique,que me veía contigo en ese carro.
Sabes,yo no se manejar,me da miedo,soy miope de nacimiento,uso lentes,pero aún así batallo mucho para ver de lejos,y además soy muy miedosa.
mi esposo intentó enseñarme a manejar,fuimos a la playa,sola por las mañanas,y fui capaz de chocar con un montón de arena,¿ lo crees ?
Manrique,recibe miles de besos en esa cabecita tuya que hace tiempo,recibió un golpecillo,que antes no fue a mayores.
un chichón ????
pero aprendiste a ser más prudente manejando.
hasta pronto,amigo mío.
Manrique, como ves volví de mis vacaciones, y ando de visitas por las casas virtuales de mis amigos...sabes? nunca he tenido percances con el coche, soy muy precavida y jamás conduzco a alta velocidad...pero una vez, me quedé sin frenos y le dí al coche que tenía adelante...fue un momento de mucho miedo y también quedé muy mal, a tal punto que cuando llegué a casa, me puse a llorar de nervios nomás...ja! Fue grato reencontrarme contigo...Cariños...
Madre mía: estás hecho todo un fitipaldi!!
Yo nunca he tenido un golpe con el coche y toco madera, porque es algo que me asusta mucho.
Me encantan tus anécdotas. Sigue así!!
muy bueno lo que nos cuentas de tu paseo ...anda que la aemaste bien....y digo yo que no te paso nada...mira nosotros teniamos comercios uno de lenceria,ropas de cama toallas en ajuar de la casa...otro de venta de maquinas de coser,,,y teniamos camioneta para servirla a los pueblos...en domingo me gustaba ir con Emilio a llevarla al puebblo que fuera y luego ya comiamos alli...un dia de regreso a Tarragona y como siempre yo le cantaba tangos y...teniamos una hilera de coches de miedo detras ...llego la poli y a nosotros nos hizo entrar a un camino y no veas los coches todos detras ...el camino con baches piedras y los coches "cagandose en todo no nos podian adelantar a paso de tortuga .
besos
Marina
No se puede negar que tenias tu angel de la guarda reatento!!!!!!!
Cariños
Genial Nos hacés sonreir a todos gracias por eso besos
Haber muchachito!!!!
Lo que creo que tienes un
Angel Enorme!!!! o tienes enchufe directo con el de allí arriba, porque menuda suerte que tienes y has tenido en la vida, porque desde luego no has parado ja,ja.
Me alegran mucho tus anecdotas, yo la verdad que a mi también me pasaron unas cuantas, pero no tan fuertes como las tuyas.
Que siga a tu lado ese buen Angel y no te deje NUNCA!!!
Un beso muy fuerte.
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