Hace mucho tiempo un matrimonio esperaba un hijo. Como es normal, pensaron en el nombre que le pondrían. Tanto ella como él tenían un hermano que se llamaba Francisco, aunque a uno de ellos le llamaban "Frasquito". No hubo oposición, lo vieron claro: "El niño se llamará Francisco, igual que sus tíos."
Ya “salido del cascarón” desde el primer momento empezaron a llamarle Paquito y a base de repetirlo tantas veces, según iba creciendo, entendí que ese Paquito era yo. Mi padre me llamó así hasta los 97 años que fueron los que la naturaleza le concedió. También mi madre me llamaba Paquito y cuando vio que me salía el bigote lo cambió por Paco. Y así me llamaron la familia y los compañeros del barrio. Últimamente mi mujer y algunos miembros de la familia también me llaman Paquito. Recuerdo la gracia que nos hacía cuando mi hija era pequeña y en vez de decir "mi padre" cuando se refería a mí, decía "Paco".
El humorista y cantante Emilio el Moro (que era mi vecino y formaba parte de los mozos del barrio y del que hablé aquí), antes de subir a las tablas, con su humor característico (nunca se me ha olvidado) me llamaba “Paculi”.
Cuando llegué al colegio, los profesores, tal vez por evitar confusiones o por coincidir con el conocido poeta Jorge Manrique, cambiaron el apellido por el nombre, de modo que pasaron a llamarme "Manrique". A decir verdad, me agrada este apellido que procede de noble linaje y que en el escudo de armas lleva como lema “Nos non venimos de reyes, que reyes vienen de nos”. También soy conocido por "Manrique" en la asociación de tiempo libre para personas con discapacidad Club Amigos, en la que entré a colaborar cuando me jubilé. En ella está Francisco González Chozas, un voluntario al que tengo mucho aprecio y al que allí siempre han llamado Paco así que al entrar yo preferí que me llamasen Manrique para evitar confusiones.
Cuando llegué al colegio, los profesores, tal vez por evitar confusiones o por coincidir con el conocido poeta Jorge Manrique, cambiaron el apellido por el nombre, de modo que pasaron a llamarme "Manrique". A decir verdad, me agrada este apellido que procede de noble linaje y que en el escudo de armas lleva como lema “Nos non venimos de reyes, que reyes vienen de nos”. También soy conocido por "Manrique" en la asociación de tiempo libre para personas con discapacidad Club Amigos, en la que entré a colaborar cuando me jubilé. En ella está Francisco González Chozas, un voluntario al que tengo mucho aprecio y al que allí siempre han llamado Paco así que al entrar yo preferí que me llamasen Manrique para evitar confusiones.
Últimamente he tenido que pisar clínicas y hospitales y aquí he empezado a oír Francisco para arriba, Francisco para abajo y lo cierto es que me extraña que me llamen así, aunque al mismo tiempo me resulta agradable.
Siempre he tenido gran fe en mi Santo Patrón, que en germano significa “Hombre de Dios”. San Francisco es considerado como el santo más popular y antiguo, por su amor a la naturaleza, especialmente para los animales, lo que le ha servido para ser considerado el patrón de la ecología. Él dijo: “Cualquier animal, golpeado, abandonado, enjaulado o encadenado, sufre y solo nosotros podemos ayudarle”.
8 comentarios:
Un original recorrido por los nombres recibidos durante tu vida, Francisco. Me ha encantado!
Como el Papa, a ti te lo pusieron y él lo ha elegido. Un abrazo.
Me ha gustado el recorrido que has hecho con los nombres que ta han llamado. Manrique queda muy bien. ¿Cómo sigues de salud?
Un abrazo
Eres el hombre de los mil nombres.
También te podían haber llamado Francis, Fran, Quico, Cisco, Curro y alguno más, ya que Francisco da mucho de sí. Un abrazo desde mi mejana
Como siempre querido y admirado amigo envuelves nuestros sentidos con las letras que nos obsequias.
Infinitas gracias por concedernos el privilegio de ser participes de estas
Muchos besinos de esta amiga con inmenso cariño.
Hola. Llego aquí a través del bog de Zamarat y me gusta lo que leo, así que me verá comentar por aquí alguna vez.
Muy curioso lo de los nombres. A mi me llaman por mi diminutivo porque yo insistí en ello hace ya bastante tiempo. Pero si alguien me llama por mi nombre completo también me resulta extraño a estas alturas, tan acostumbradas a oír "Carol".
El nombre de Francisco la verdad que da mucho de sí.
¡Un saludo!
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