Estoy dándole a las teclas desahogándome del golpe que hemos recibido; unas lágrimas de tristeza empañan los cristales de mis gafas, sin poderlo remediar.
Leer más sobre él en esta entrada: Mi mascota |
Nació en Nueva Sierra (Guadalajara). A los veinte días llegó a nuestra casa, donde ha permanecido 17 años.
De cachorro hizo sus travesuras: jugó con cortinas, cojines, prótesis. De joven viajó siempre con nosotros. Hicimos lo posible por encontrarle una pareja para que disfrutara más de la vida, pero fue imposible. De mayor, fue muy competente:
- Prestaba atención a las visitas que llegaban a casa, con un juguete en la boca.
- Era un amigo, y sobre todo uno más de la familia. Siempre junto a sus dueños, dispuesto a acompañarnos. A la hora de comer, dejaba su comida y se acercaba a nuestra mesa para ver qué le caía.
- Él no entendía de política, ni de fútbol, ni de guerras. Pero hablaba mucho con su cola y con su lengua que, de vez en cuando, acariciaba mis pies.
- Tampoco sabía si yo era pobre o rico, feliz o desdichado, sano o enfermo, pero con su mirada expresaba su felicidad y alegría gozando de mi presencia.
- En invierno, por las noches, cuando se acostaba para dormirse, yo le tapaba con su mantita y él algunas veces levantaba la cabeza y sacaba su lengua en señal de agradecimiento. Era un pequeño gesto, pero a mí me llenaba de satisfacción.
- Cuando venía mi nieto a casa, se iba junto a él, esperando una caricia de su tierna y cariñosa mano. Si alguna vez estaba tumbado, mi nieto iba a abrazarlo mostrando lo mucho que le quería. Se nos fue el día 11 de septiembre, el mismo día que mi nieto cumplía veinte meses.
Lo llevamos a las veterinarias, humanas y realistas. Nos dijeron: " Si el perro realmente hablara
les diría que preferiría morirse". Agradecimos los buenos consejos y nos resignamos a
enfrentarnos a la realidad. No había nada que hacer. Se le tuvo que aplicar la última inyección de su vida. Mi mujer, mi hija y yo estamos entristecidos por este difícil momento, pero sabemos que ha sido un perro feliz al que no le ha faltado de nada.
Adiós, amigo. Tardaremos mucho en hacernos a la idea de tu ausencia. Tu convivencia nos ha hecho muy felices. Muchas gracias.
"Un perro es la única cosa en la tierra que te amará más de lo que tú te amas a ti mismo"
(Josh Billings)
10 comentarios:
No sabes cómo te entiendo, yo pasé por ese mismo trance y han pasado muchos años y aún parece que la veo corretear tras de mí
Las personas que no conviven con los animales no nos entienden porque ellos no los han tenido, pero yo te comprendo perfectamente y sólo me queda decirte que disfrutes recordando el tiempo que estuvo contigo, no hay otra.
Un abrazo más fuerte que nunca.
Te comprendo, a mí me pasó con una perrita que teníamos.
Un abrazo
Un abrazo fuerte para todos !
Me has emocionado
Asi amo a mi perrita
Quede el consuelo que se fue antes, porque no se sabe idos nosotros en que manos caeran y como seran tratados.
Y la frase de Josh es una sentida triste realidad
Cariños
Me he emocionado querido Manrique. Los que amamos a los perros y que tenemos en casa su compañía; te comprendemos. De cachorros nos vuelven locos y de grandes nos siguen a todos lados. Son fieles y cariñosos.
Lo siento te mando un abrazo fuerte para vos y tu esposa.
mariarosa
Gracias por tus palabras
que tengas una buenisima semana!!!
Cariños
Lo siento. Has traído a mi memoria recuerdos. En casa teníamos un perrito que de niños nos acompaño en nuestros juegos. A la vez que ibamos creciendo él también se hacía mayor. Cuando murió fue muy triste para mi y mis cuatro hermanos.
Un abrazo querido amigo.
sabes que estos dias en mi casa esta llenando un vacio de mi familia mi cachorrito que se llama bruno la verdad no hay un ser vivo mas hermoso que los perritos
uno se encariña con ellos fuerza mi amigo.
tengo algo bueno en mi blog pasa por el que te invito para distraerte un abrazo enorme
Son momentos difíciles que, desafortunadamente, tenemos que pasar los que tenemos mascota. Nunca imaginé que la sensación de pérdida fuese tan dura. Solo queda esperar que el tiempo haga su trabajo y nos deje la sonrisa nostálgica de su recuerdo.
Un abrazo!
Terminaba de leer tu entrada de las loterías pero he saltado hasta aquí. Sé lo que se siente. El perro de mi hijo (y nuestro) murió hace seis años y él aún lo llora. La última inyección, como tú dices, se le clavó a mi hijo en el alma y no paraba de llorar y repetir "lo he traicionado" cuando el pobre animal no podía levantarse y no había nada más que se pudiera hacer. Casi cogió una depresión de lo mal que lo paso !!!
Es muy duro.
Por eso te comprendo.
Besicos.
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