Un palo con un trozo de algodón en un extremo y una herrada que evitaría el arrodillarse para fregar el suelo. Hacia el año 1965, se comercializó el invento, gracias a un ingeniero español llamado Manuel Jalón Corominas.
Poco a poco se fue extendiendo este artilugio de tal forma que ha ocupado un puesto muy importante en los hogares de todo el mundo.
Todos aquellos que hemos nacido en años anteriores tenemos el recuerdo de nuestra madre, abuela, hermana, criada, etc…, de rodillas y con las dos manos: una sosteniendo el equilibrio del cuerpo y la otra, dale que te pego, haciendo viajes, de la herrada a empapar el trapo y a frotar el suelo.
Poco a poco se fue extendiendo este artilugio de tal forma que ha ocupado un puesto muy importante en los hogares de todo el mundo.
Todos aquellos que hemos nacido en años anteriores tenemos el recuerdo de nuestra madre, abuela, hermana, criada, etc…, de rodillas y con las dos manos: una sosteniendo el equilibrio del cuerpo y la otra, dale que te pego, haciendo viajes, de la herrada a empapar el trapo y a frotar el suelo.
Una de las veces que fui al colegio (tendría unos doce años), me volví a casa porque el maestro estaba enfermo. Todas las viviendas del barrio eran de planta baja y lo primero que pisabas cuando llegabas a casa era el comedor. Yo iba más contento que unas castañuelas.
- ¡Mamá, no tenemos colegio!
- ¡No pises el suelo. ¿No ves que lo vas a ensuciar todo?- exclamó mi madre, girando un poco la cabeza, con la frente sudada, enseñando las varices, ya avanzadas, y sin poder simular la fatiga.
- ¿Estarás contento, no? ¡Ahora tendrás que esperar un poco en la calle, hasta que se seque!
- ¡Mamá, no tenemos colegio!
- ¡No pises el suelo. ¿No ves que lo vas a ensuciar todo?- exclamó mi madre, girando un poco la cabeza, con la frente sudada, enseñando las varices, ya avanzadas, y sin poder simular la fatiga.
- ¿Estarás contento, no? ¡Ahora tendrás que esperar un poco en la calle, hasta que se seque!
En aquel entonces, la edad no me dejaba ver el esfuerzo que este trabajo suponía.
¡Cómo han cambiado las cosas, en medio siglo!
¡Cómo han cambiado las cosas, en medio siglo!
1 comentario:
Por si le interesa saber algo más sobre la historia de la fregona, las inventoras fueron dos mujeres de Avilés en 1953, cinco años antes que Jalón.
http://rosamillangarcia.blogspot.com.es/2013/04/julia-montousse-frages-y-su-hija-julia.html
Un cordial saludo.
Rosa Millán García.
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