Gandía (Valencia) tienen una playa extensísima: seis kilómetros de costa y una superficie de 700.000 metros cuadrados de arena. Aseguran que es la mejor playa del Mediterráneo. El paseo marítimo es también de grandes dimensiones, con un carril especial para bicicletas.
En la playa existen tres puntos preparados para atender las necesidades de las personas discapacitadas. Una necesidad que se impone cada vez más en nuestra sociedad: ofrecer a este colectivo tan olvidado la posibilidad de disfrutar de la playa.
En la arena tienen dispuestos varios pasadizos de madera con bastante anchura, adecuados para poder entrar con las sillas a las casetas y poder cambiarse.
Cerca de la orilla ponen las "sillas anfibias" y un expositor con muletas también anfibias de dos tipos de altura (véase la foto). A los enfermos más imposibilitados, se les introduce en el agua con la ayuda de unos monitores que pertenecen a la Cruz Roja.
En la playa existen tres puntos preparados para atender las necesidades de las personas discapacitadas. Una necesidad que se impone cada vez más en nuestra sociedad: ofrecer a este colectivo tan olvidado la posibilidad de disfrutar de la playa.
En la arena tienen dispuestos varios pasadizos de madera con bastante anchura, adecuados para poder entrar con las sillas a las casetas y poder cambiarse.
Cerca de la orilla ponen las "sillas anfibias" y un expositor con muletas también anfibias de dos tipos de altura (véase la foto). A los enfermos más imposibilitados, se les introduce en el agua con la ayuda de unos monitores que pertenecen a la Cruz Roja.
Yo debo de estar bien, porque me recomendaron que utilizase la muleta en lugar de la "silla anfibia".
He pasado unos días estupendos: el tiempo y el agua de la playa nos han acompañado. Gente...: a “abarrotar”. Al pasear había que sortear los huecos: personas paseando, niños jugando y corriendo por la arena, vendedores ambulantes que se instalan cerca de la orilla (con mil ojos para esquivar la presencia policial)... Por cierto, no se de dónde salen tantos bolsos, tantas gafas y tantos trapos.
Una de las tardes, mi hermano Luis y Ana, su mujer, vinieron desde Altea en su barco, llamado “La tortuga veloz”. Al barco, no le faltaba de nada: dormitorio, cuarto de baño, ducha, mesa de comedor que se convertía en cama... Fue una pasada de las que uno no se olvida fácilmente. Dimos una vuelta por la costa de Gandía: la brisa del mar, el aire, el movimiento del barco, los peces que saltan y una cantidad enorme de medusas!!!
Al regreso tomamos un vino italiano en la bañera de la popa: éramos seis y cabíamos perfectamente: conversamos, chistes y hasta me hicieron bailar con mi “pata coja“. Aquí se me ocurrió pronunciar esta frase, que suelo decir desde que de pequeño vi una película de Tarzán en la que lo decían:
¡Que encantadora manera de vivir!
Derrochamos alegría por todas partes. Para concluir la velada, cenamos unas sardinitas, pulpo, calamares, chopitos en un chiringuito cerca del mar, oyendo el ruido de las olas. Así se nos hicieron las tantas de la noche. Nos despedimos después de dar una vuelta por el paseo marítimo.
Nosotros nos fuimos al hotel y ellos se fueron a su barco para dormir como si fuese un apartamento y salir temprano, de vuelta, rumbo a Altea.
Momentos tan felices como estos, se presentan pocas veces en la vida.
Una de las tardes, mi hermano Luis y Ana, su mujer, vinieron desde Altea en su barco, llamado “La tortuga veloz”. Al barco, no le faltaba de nada: dormitorio, cuarto de baño, ducha, mesa de comedor que se convertía en cama... Fue una pasada de las que uno no se olvida fácilmente. Dimos una vuelta por la costa de Gandía: la brisa del mar, el aire, el movimiento del barco, los peces que saltan y una cantidad enorme de medusas!!!
Al regreso tomamos un vino italiano en la bañera de la popa: éramos seis y cabíamos perfectamente: conversamos, chistes y hasta me hicieron bailar con mi “pata coja“. Aquí se me ocurrió pronunciar esta frase, que suelo decir desde que de pequeño vi una película de Tarzán en la que lo decían:
¡Que encantadora manera de vivir!
Derrochamos alegría por todas partes. Para concluir la velada, cenamos unas sardinitas, pulpo, calamares, chopitos en un chiringuito cerca del mar, oyendo el ruido de las olas. Así se nos hicieron las tantas de la noche. Nos despedimos después de dar una vuelta por el paseo marítimo.
Nosotros nos fuimos al hotel y ellos se fueron a su barco para dormir como si fuese un apartamento y salir temprano, de vuelta, rumbo a Altea.
Momentos tan felices como estos, se presentan pocas veces en la vida.
9 comentarios:
Ay... que imágenes... y ay, calamares en el chiringo... a mí me tocan el domingo. Aquí se celebra la fiesta de La Lanzada, es una romería que se celebra, encima del mar, y muchos nos vamos a comer a los chiringos de la zona.
Lo que no había visto nunca son las sillas anfibias esas... ¡¡ que nivel !!
Me alegro de que lo hayas pasado tan bien y además un paseo en barco!!! Unas vacaciones bien merecidas, di que sí!
Hola María:
Desde que me jubilé me hice voluntaio de una asociación de chicos discapacitados llamada Club Amigos de Alcorcón.
Me he sensibilizado con este colectivo y ahora con mis operaciones estoy trabajando a medio gas. Se fuerte y ten valor.
Saludos!!
Hola Maanrique... esta mañana mirando si tenia algun correo en hotmail ya que todos me vienen pr yahoo...me encontre dos comentarios a tu nombre pero estaban mal los titulos del poema ...tú pusiste"Llegaras" y el titulo de la poesia era "Te esperare"...he podido leer lo que me pides y lo siento pero ni tengo idea de quien son ...ni de donde tengo que atenerme ...la verdad que eso para mi es complicado y la verdad sintiendolo no puedo complacerte ...quizas hubiera sido cosa como yo hago pero eso no quiero subrir y bien que lo siento...no estoy metida en eso y no tengo ni idea ...lo que no quisiera es perder tu amistad...ya ves JAosefa me pidio un libro y solo me quedaba el que la mande y me quede sin el a gusto pero esto para mi no es y quiero que no te enfades ...,te quiero ¿oyes¿ eres un gran amigo asi que perdona que este favor no te lo hare pera mi tranquilidad¿me perdonas¿
besos
Marina
Que felicidad amigo saber lo bien que lo has pasado!!!!
Que bueno lo que has compartido y las imágenes.
Si ahora que tenemos todo el tiempo....para disfrutar buenos momentos ( los malos vienen solos) debemos hacerlo y trasmitirlo a nuestro entorno.
Gracias por brindar!!!!
Recibe mis cariños extensivos a Ana.
Un abrazo!!!!!
Como me alegro!!
de que te lo pasaras, tan bien.
Y que chula la silla anfibia, que lastima no haberla probado, esa es la desventaja de estar bien, aunque yo no se si hubiera cojeado un poco para poderla probar ja,ja.
Y que lujo con "la tortuga veloz", pero que poca gracia ver unas medusas tan grandes, sobre todo para meterse en el agua uffff.
Espero y te deseo, que lo puedas repetir, muchos veranos más.
Un beso grande.
Hola Manrique ...ya recibi tu respuesta a mi comentario ...gracias amigo me quitas la verdad un peso al no poderte complacer ..no estoy metida en nada de eso y ni conozco nada ni nadie en fin te agradezco me comprendras,,,cosa que si Dios quiere que publique de nuevo como es mi deseo un libro será para ti firmado .
TE APRECIO MUCHO
BESOS
mARINA
Hola Manrique: Como he disfrutado con tu relato viendo y alegrandome sobremanera de lo bien que lo has pasado.
Me alegro muchisimo.
Un beso de todo corazón.
hola Manrique, aquí de nuevo después del veranito.
La verdad que la playa de Gandía es espectacular,que pasada lo de las muletas y la silla, por aquí en Alicante no ponen nada de eso, por lo menos yo no lo he visto.
Y el barquito qué pasada, que gusto navegar por la costa y que te pegue el aire en la cara, ainnnssss que envidia,jaja pero sana.
Me alegro de que hayas disfrutado tanto con la familia.
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