sábado, 7 de noviembre de 2009

¡QUÉ SUSTO!


El fin de semana pasado, muchas personas celebraron Halloween. Esto me hizo recordar una anécdota que me ocurrió hace unos años.
Un verano estuvimos en el chalet de mi cuñado en Nueva Sierra (Guadalajara). Todos comentaban que en esa vivienda había una persona invisible, como si de un fantasma se tratara, y que por eso se oían algunas veces ruidos extraños.
A mi sobrino César y a mí nos tocó dormir en el mismo cuarto, en la planta de abajo. Yo no podía dormir y oía de vez en cuando un ruido sospechoso. Mi sobrino estaba roque. Yo ya no podía más. Me levanté para avisarle de que alguien merodeaba por los alrededores de la casa. Para despertarle, no se me ocurrió otra cosa que tocarle el dedo gordo del pie suavemente. Al sentirlo, ¡pegó un salto de la cama que casi da con la cabeza en el techo!, exclamando desesperadamente:
- ¡¡Ay, ay, ay!!
Lo hizo de tal forma que me contagió y entonces yo me asusté todavía más que él y comencé a gritar lo mismo:
- ¡¡Ay, ay, ay!!
Salimos los dos a la calle en pijama, cogimos unos palos de la obra que había en el jardín y empezamos a gritar con los palos en alto:
- ¡Fuera de aquí! ¡Largoooo! ¡Veteeeeee!
Con esto queríamos ahuyentar al presunto intruso.
Los demás familiares que estaban en la casa se despertaron alarmados para ver qué ocurría y se asomaron a la terraza diciendo: ¿Qué pasa? ¡Hemos oído gritos! ¿Está todo bien?
Sacamos la conclusión de que posiblemente el ruido que me despertó estaba provocado por algunos ratoncillos de campo que estarían echando sus carreras, o algún gato que perseguía a otro, o quién sabe…
Lo que está claro es que el miedo es contagioso y que no tiene medida.

10 comentarios:

La Delfina dijo...

Manrique aquí estoy otra vez...no te preocupes, yo también hago líos en el blog...me gusta venir por aquí y leerte, el post de " Viento a favor, viento en contra " me encantó...no somos nada sin afectos, sin la familia a nuestro lado en tiempos poco gratos...Nos encontramos pronto...
Saluditos
Patricia
P.D : Me he reído con el susto que te diste Manrique...has visto lo que provoca la mente sólo con los pensamientos ? Ja !

Abuela Ciber dijo...

Susto susto... te dieré.... tenía unos 12 años ibamos en el campo por un camino vecinal en bicicleta con una amiga y cuando miro para atras no la veo, deseperada gritaba regresando el andar.

La pobre estaba hecha un lío en una zanja paralera, pues había perdido el domino de la bici y se fué de costadoooooooo

Aún lo recuerdo, sola en el medio de la nada.

Cariños

Zamarat dijo...

Jajaja!!! Qué buenísima historia!! Me ha encantado. Feliz domingo!

Anónimo dijo...

Cuando nos reunimos con familiares o amigos seguimos recordando este susto y lloramos de risa.
¡muy buena!
Nos han gustado mucho tus historias
Un beso de tus sobrinos Cesar y Pili.

kary dijo...

jaja ahora lo cuentar a carcajadas, pero seguro que miras para atrás y aún se eriza la piel, jajaja
La verdad que la mente hace maravillas y estragos.
Besotes, estás ya recuperado???

Marina-Emer dijo...

Pues lo mas seguro que era el raton y el gato...muy bonito relato...buen finD
besos
Marina

Marucha dijo...

Que bonito relato, así nos pasa ha veces, el susto nos provoca mas susto.
Recibe un abrazo.

Marga.f.Villalonga dijo...

Muy bueno ja,ja,ja!!!!!
La verdad que si , que el miedo es contagioso, pero seguro que despues, os debió de dar la risa o no???
Por lo menos quedo una simpática anécdota para contar.
Un beso grande.

Marina-Emer dijo...

Hola Manrique...me alegra que te haya gustado mi poema del miedo,,,procure buscar de todo lo que puede dar miedo...zombis ...muertos...ct ct...no tenia ganas de cantar al amor y ho di miedo(pero de miedo nada)
un abrazo
Marina

ERinia dijo...

Jaaaaaaaaaa jajajaj... pues creo que casi todos tenemos una anécdota de esas. Yo por lo menos.