domingo, 16 de octubre de 2011

¿SE PUEDE MEDIR EL TIEMPO?



Hoy en día es imprescindible el reloj. Preferentemente el de pulsera, más bien por comodidad. Según una creencia antigua, los hombres preferían el reloj de bolsillo y despreciaban el de pulsera porque lo asociaban a una joya femenina. El reloj de bolsillo era un distintivo de clase social y riqueza.
Sabemos que los primeros relojes fueron de sol, arena o agua. La industria del reloj ha sufrido cambios gigantescos. Antiguamente el pueblo medía el tiempo por el reloj que existía en el Ayuntamiento o bien en la torre de la Iglesia. Cuando sonaban las campanas al medio día muchos, sobre todo aquellos que trabajaban en el campo, dejaban su trabajo para rezar el Ángelus.
Hoy en día el tiempo se ha convertido en un elemento imprescindible en la vida cotidiana; el tiempo guía un sinfín de actividades: deportes, trenes, semáforos, horarios de trabajo, de riego, etc. Se formaría un caos en la humanidad si por un momento faltara este “medidor “ del tiempo.
A pesar de ellos, los filósofos nunca han estado muy de acuerdo sobre la existencia de algo que pueda medir el tiempo realmente. A San Agustín le preguntaron qué era el tiempo y contestó: "Si nadie me pregunta, yo lo sé. Pero si quiero explicarlo, no lo sé”.
Hacia los años 56 - 57, uno de los mejores regalos que se le podía hacer a los niños en su Primera Comunión era un reloj de pulsera. Era la moda en aquellos tiempos. Con los años, se le añadieron otras funciones: calendario, cronómetro, despertador... Y siempre han sido objetos relacionados con la moda: grandes, pequeños, de plástico, de colores... Incluso conozco uno que emitía el sonido de una gallo para dar cada hora.

Si nos fijamos en los jóvenes de hoy, observaremos que muy pocos llevan reloj: ha sido sustituido por el móvil. ¿Qué le deparará el futuro al reloj?
“La historia del reloj es una de las páginas más fascinantes de la lucha del genero humano por aprender la fuerza de la naturaleza y dominarla”.

8 comentarios:

María dijo...

Tienes mucha razón en lo que dices, los jóvenes de hoy en día ya no llevan reloj, pero lo que nunca se olvidan es de llevar el móvil "a cuestas", parece mentira que los objetos puedan llegar a hacernos esclavos, como también vivimos esclavos del tiempo.

Un beso.

Felipe Tajafuerte dijo...

El móvil está sustituyendo al reloj, la cámara fotográfica, el navegador, la agenda y otras cosas más. Yo no me acostumbro a mirar la hora en el teléfono, prefiero el reloj de muñeca. Tengo uno de bolsillo que era de mi padre pero como hay que darle cuerda todos los días permanece parado desde hace años. ¡Mira que cuesta poco darle cuerda...! Saludos

Zamarat dijo...

Yo soy de las que no pueden vivir sin reloj... Ya sea el de pulsera, el de pared, el del móvil... El caso es tener la hora siempre a mano. No me gusta la sensación de estar esclavizada por el tiempo pero, como tú dices, el mundo en el que vivimos nos obliga a adaptarnos a sus leyes.
Abrazo!!

Tracy dijo...

El reloj siempre estará ahí, de una forma o de otra, para avisarnos que el tiempo es inexorable.

mariarosa dijo...

Interesante entrada Manrique. Yo no sé andar sin el relog pulsera. A veces me preguntó por qué mió la hora a cada rato y no lo se.... rarezas que una tiene.

Mariarosa

Chelo dijo...

Interesante lo que nos dices.
Por mi profesión he vivido siempre pendietne del reloj, ahora intento olvidarme de él pero todavía no lo he conseguido, quizásdeba pasar mas tiempo. Un saludo

Marina-Emer dijo...

buenos dias Manrique...te saludo desde mi clase para desearte una feliz semana ...bueno lo poco que ya queda ya que como tu bien dices el reloj mide el tiempo y es imprescindible...
Deseo para ti y tu esposa mucha salud.
un abrazo grande
Marina

Marina-Emer dijo...

Que vivas cada segundo con alegría...cada minuto con esperanza...cada hora con paciencia y cada día con asombro al mundo que te rodea.
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con todo mi caroño ...un abrazo
Marina