Estábamos en el colegio de Salamanca hacia los años 59. Como jóvenes que éramos, a un grupo se nos ocurrió la siguiente idea:
¿Cómo podríamos “hartarnos” de bicicleta?
Se planificó una salida a Ávila, a 100 kilómetros de distancia. Alquilamos un autobús y ocho bicis. Contábamos con otra, la del colegio, por lo que en total teníamos nueve.
Salimos por la mañana temprano. Nueve estudiantes realizamos el viaje de ida pedaleando. Una vez llegados a Ávila y después de comer un bocadillo, les entregamos las bicis a los otros nueve que habían ido hasta allí en autobús, de modo que ellos volvieron a Salamanca en bici y nosotros en autobús.
Todo resultó muy bien. La experiencia fue fenómena. Como estábamos desentrenados, las posaderas de algunos resultaron bastante afectadas.
Una vez de vuelta en el colegio, por la noche, cada equipo contó su aventura.
A los que les había tocado la bici del colegio las pasaron canutas porque era una bicicleta pesada con guardabarros y parrilla trasera de hierro, que el colegio tenía para ir a correos y realizar los recados.
El turno de la mañana, es decir, el mío, decía:
- ¡Qué cansancio! ¡Todo el viaje cuesta arriba!
Y lo más sorprendente era que los de la tarde contestaban:
- ¡Uff,qué hartazón de bici” ¡Todo cuesta arriba!
Total: una contradicción difícil de resolver. Se formó una jocosa discusión y, por supuesto, hubo un contagio de risas.
¿Cómo podríamos “hartarnos” de bicicleta?
Se planificó una salida a Ávila, a 100 kilómetros de distancia. Alquilamos un autobús y ocho bicis. Contábamos con otra, la del colegio, por lo que en total teníamos nueve.
Salimos por la mañana temprano. Nueve estudiantes realizamos el viaje de ida pedaleando. Una vez llegados a Ávila y después de comer un bocadillo, les entregamos las bicis a los otros nueve que habían ido hasta allí en autobús, de modo que ellos volvieron a Salamanca en bici y nosotros en autobús.
Todo resultó muy bien. La experiencia fue fenómena. Como estábamos desentrenados, las posaderas de algunos resultaron bastante afectadas.
Una vez de vuelta en el colegio, por la noche, cada equipo contó su aventura.
A los que les había tocado la bici del colegio las pasaron canutas porque era una bicicleta pesada con guardabarros y parrilla trasera de hierro, que el colegio tenía para ir a correos y realizar los recados.
El turno de la mañana, es decir, el mío, decía:
- ¡Qué cansancio! ¡Todo el viaje cuesta arriba!
Y lo más sorprendente era que los de la tarde contestaban:
- ¡Uff,qué hartazón de bici” ¡Todo cuesta arriba!
Total: una contradicción difícil de resolver. Se formó una jocosa discusión y, por supuesto, hubo un contagio de risas.
Moraleja:
“Cada uno cuenta lo suyo, según le va en la feria"
“Cada uno cuenta lo suyo, según le va en la feria"
8 comentarios:
Una anécdota estupenda, verás que por lo que dices es...todo se ve según el cristal con que se mire....
Cariños, con el deseo que te sientas mejor y lasa caminats se vayan prolongando.
Ya me imagino,
que nada que ver
con las bicis de hoy en día,
que puedes cambiar de marcha,
yendo, a piñón fijo je,je.
A mi me encanta la bicicleta, y en una época la empleaba bastante, hasta que me encontraron que tenia las rotulas desviadas, y me dijeron que solo de paseo, tenía 18 años y para mi fue un trauma. Pero bueno tuve que hacer otros deportes. Ahora me gustaría, volver a probar, así que, un día de estos, lo volveré a probar, poco a poco, haber que pasa.
Y tu que tal? estas mejor de tu cadera?.
____Un beso grande
pues mira lo de la bicicleta es una buena esperiencia en la vida ...ahora aunque qisieras no podrias hacerlo. yo corria muy bien en bici y corri en varias carreras de cintas.tengo fotos corriendo en bici...un bonito recuerdo.
me alegra tu mejoria
abrazos
Marina
¡Qué buena idea, la de intercambiar las bicicletas y vivir una experiencia así! Aunque, claro... entiendo que resultara cansado, jajaja!
¿Fuisteis por la carretera o por algún camino?
feliz fin de semana y que te pongas bien del todo
Abrazos Marina
con que todos "cuesta arriba", jaja que bueno!!! 100 km son 100 km. que no veas muy fácil de hablar pero al hacerlos....seguro que para mí también sería cuesta arriba
Como va esa rehabilitación??
besos
bueno vengo a saber como vas y espero sea mejorando
un abrazo
Marina
Yo es que con mis 34, nunca tuve bicicleta, así que no he podido hartarme de ninguna manera.De todos modos... ¡100 kms!!, ¡mamma mía!.
Por cierto, que he estado en ambos sitos, Salamanca y Avila y ambos son muy distintos pero me han gustado.
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